La alcalinización es un proceso que disminuye la cantidad de ácido en una solución. Es importante alcalinizar nuestro cuerpo porque nuestras células necesitan alimentarse, eliminar residuos y renovarse todo el tiempo. Con este fin, la sangre cumple las funciones de llevar los nutrientes a las células y por otro lado llevarse los residuos ácidos que genera dicha nutrición a los distintos órganos de eliminación como el hígado, los riñones, la piel y pulmones. Para que nuestra sangre pueda cumplir con estas funciones, debe mantener un balance entre 7.35 y 7.45, es decir, ligeramente alcalino. Si el PH de la sangre está fuera de estos rangos, la sangre pierde la capacidad de nutrir y de eliminar los residuos tóxicos, origen de cualquier enfermedad. Si el PH está por debajo de 7 se produce un coma diabético y la muerte.