El camino que te invita a recorrer no se basa en ofrecer información o dar consejos sobre lo que tienes que hacer (lo que sería la “educación tradicional al paciente”), sino en formular las preguntas que te permitan hacer un cambio de perspectiva hacia una posición de poder. Que transforme el “no puedo”, “no sirvo”, “soy así”, en un “yo puedo”, “estoy mejorando”, “cada día soy más saludable”. El poder cambiar de perspectiva permite realizar las acciones necesarias para lograr los objetivos de salud.
Durante las sesiones, el coach de salud te acompaña a descubrir de qué manera tu comportamiento presente (costumbres de alimentación, ocupaciones, hábitos etc.) está afectando a tu salud actual y amplía las perspectivas de actuación que te dan acceso a unos mejores resultados.
El proceso de coaching te ayuda a comprender tus conductas de salud y desarrollar estrategias para vivir con plenitud.
Así, el coaching de salud aparece como una nueva tendencia en el marco de la promoción y la educación de la salud. El Coaching de salud potencia las capacidades de la persona para transformarse en “paciente activo” (“cliente activo”), responsable de su salud y de su cuidado.
Desde la visión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y según define la Carta de Otawa, la Promoción de la Salud consiste en “proporcionar a la gente los medios necesarios para mejorar su salud y ejercer un mayor control sobre la misma” (OMS 1986).
Además, la OMS define la educación al paciente, no como la simple transmisión de conocimientos desde la agenda del profesional de salud, sino como una participación activa del paciente, lo que se llama educación de automanejo.
El coaching de salud facilita una metodología para que, desde el rol activo del paciente, se contribuya a la autogestión y a la educación para la salud. Es un proceso de cambio que ayuda a pasar de una situación actual a una deseada a través de conversaciones entre el coach y el paciente. Esta metodología se aplica tanto a nivel preventivo (estilos de vida más sanos), como en patologías crónicas (mejora de la adherencia a los controles y tratamientos…) y rehabilitación (después de una intervención quirúrgica), tal como muestran multitud de estudios científicos.