A diario nuestro organismo se enfrenta a varias amenazas, como el COVID-19 por eso es importante que mantengamos en buen estado nuestro sistema inmunológico. Para protegernos mejor, el sistema inmune debe ser capaz de reconocer las amenazas, responder ante ellas y recordarlas por si nos atacan de nuevo.
Pongamos un ejemplo
Poniendo como ejemplo, el virus COVID-19. Una persona llamada Juan contrae el virus debido al contacto con otra persona. El sistema inmunológico de Juan nunca ha visto el virus COVID-19, así que comienza a sentirse mal. Después de algunos días, el sistema inmune identifica este nuevo virus y comienza a producir defensas para derrotarlo. Sin embargo, tuvo que pasar varios días hasta que pudo derrotar esta amenaza. Una vez, que el sistema inmunológico reconoce y derrota al enemigo tiene la capacidad de almacenar la identidad del invasor, creando células de memoria.
Ahora en adelante las células inmunológicas estarán al acecho de que reaparezca este virus. Si llegara aparecer, la célula de memoria inmediatamente dará alerta al sistema inmune para combatir este virus. Así adquiere inmunidad ante esta amenaza. El problema de este proceso, es que primero debes enfermarte antes de sentirte bien.
La función de los factores de transferencias
Ahora imagina que pudiéramos tener una fábrica que produzca células de memorias para educar nuestro sistema inmunológico, esto sería maravilloso, pero la verdad es que, si es posible obtener esta función, las células de memoria son llamadas factores de transferencias.
Para obtener estos factores de transferencia, se realiza un proceso especial de filtración del calostro y la yema de huevo. Luego se encapsula para poder consumirla diariamente. Cuando nos enfrentemos a la amenaza, en este caso el COVID-19, no tendremos que pasar por el proceso de aprendizaje cada vez que estamos ante una enfermedad, ya que nuestro sistema inmunológico tiene el conocimiento y la capacidad de responder ante la amenaza, gracias a los factores de transferencia. Así que, al enfrentarnos a una enfermedad, estas células de memoria nos dan la capacidad de responder inmediatamente y así ya no nos enfermaremos como Juan.
Los factores de transferencia nos dan la capacidad de responder inmediatamente y así ya no nos enfermaremos.
¿Cómo trabajan los factores de transferencia?
Los factores de transferencia son poderosas moléculas mensajeras. Estas moléculas educan a las células inmunitarias para preparar al organismo para enfrentar lo inesperado.
Cuando una molécula de factor de transferencia se encuentra con una célula inmunitaria ocurre una reacción biológica. El factor de transferencia reparte conocimiento a la célula inmunitaria, así nuestro sistema inmune podrá reconocer una amenaza, responder ante ella de manera rápida y eficaz, y también a recordar la amenaza la próxima vez que se presente. De ahí la célula inmunitaria se dedicará a la búsqueda de una amenaza específica.
Para ilustrarlo, tomemos el ejemplo de un maestro con su estudiante, el maestro imparte conocimiento específico a su estudiante, el cual permanecerá en su mente por el resto de su vida. De la misma manera, una célula inmunitaria necesita ser instruida por una molécula de factor de transferencia una vez en su vida. Sin embargo, debido a que las células inmunitarias permanecen con vida solo unos meses, nuestro sistema inmune necesita un suministro de información constante para poder anticiparse a las amenazas que enfrenta.
Si deseas obtener los factores de transferencia, puedes contactarte con nosotros. Recuerda, con un sistema inmunológico inteligente podrás hacer frente a esta pandemia.
